A mi gente querida del arroyo Rama Negra.
Año Nuevo.
Se abrazan los pinos en el arroyo.
Ramas Madres mecen casuarinas
en el contraste del cielo.
Andan luces y velas en la noche,
nadan augurios sobre el agua mansa.
Risas de niños peces
y fuegos de artificio entre el follaje.
Un globo de papel, desprendido
de nuestras miles de manos inquietas
remonta vuelo y aplaudimos.
Cuando amanece,
hacen rondas las caras de sueño y los besos
desayunan el año que comienza.
En la laguna del fondo
los lotos abren
su ternura
nueva. |